miércoles, 8 de febrero de 2012

Sobre formas glaciares en España

Como amante de la naturaleza y del monte, siempre me han llamado poderosamente la atención las formas del relieve asociadas al glaciarismo. Y lo que es aún más importante, mi incapacidad de interpretarlas sobre el terreno a pesar de haber buscado información sobre ellas... Aunque supongo que es algo normal para las personas no expertas en la materia, como es mi caso, que se han criado en un país como España donde actualmente los glaciares de cierta entidad brillan por su ausencia. En realidad, hasta que no visité los macizos alpinos del Mont Blanc, el Monte Rosa o la cabecera del Ródano no llegué a comprender de forma "definitiva" el origen de todas esas formas glaciares que apreciamos en nuestras montañas como testimonio de periodos más fríos cuando el hielo llegó a ser abundante en algunas de nuestras montañas ibéricas.

Y es que en diversos enclaves montañosos de la Península podemos encontrar formas glaciares bien conservadas que podemos visitar y contemplar de una forma relativamente sencilla y cómoda. Horns, morrenas, valles en U, bloques erráticos..., no son tan raros en las montañas de la mitad norte peninsular, especialmente en los Pirineos. Lo difícil, o al menos para mí, es darse cuenta de lo que tenemos ante nuestros ojos.

Aspecto de la parte inferior del Grosser Aletschgletscher (Valais, Suiza), considerado el mayor glaciar alpino de Europa. Más información de interés en http://es.wikipedia.org/wiki/Aletsch
En la actualidad, la mayor parte de las formas glaciares que podemos observar se encuentran en los Pirineos, donde incluso nos quedan, aunque en marcado proceso de retracción, algunos glaciares de circo en los macizos del Aneto, Posets, Monte Perdido, Vignemale o Infiernos, habitualmente pequeñas superficies de hielo resguardadas bajo farallones orientados al norte. En momentos fríos del Cuaternario, los glaciares pirenaicos llegaron a alcanzar dimensiones considerablemente mayores. Como ejemplo más significativo podemos citar el glaciar que descendió por el valle del Gállego alcanzando aguas abajo de Biescas e incluso en algunas fases la propia localidad de Sabiñánigo, a unos 40 km de distancia de los circos donde se formaba el hielo del glaciar.

Glaciar del Aneto, con el pico homónimo al fondo
Pero en esta entrada querría compartir cierta información que he encontrado recientemente sobre el glaciarismo en otros macizos montañosos donde, si bien existen buenas muestras de formas glaciares, quizá no sean tan evidentes o conocidas. Estoy hablando de las montañas de Sanabria (Zamora, noroeste ibérico) y la Sierra de Gredos (Ávila, centro de España), enclaves montañosos que han resultado de gran interés para los científicos debido a su localización en el mundo mediterráneo. En este ámbito geográfico, el pequeño tamaño de los glaciares y su localización marginal los hacer ser muy sensibles a los cambios climáticos ocurridos durante el final del Cuaternario (desde hace unos 30.000 años hasta la actualidad -aunque la mayor parte de ellos desaparecieran hace milenios-).

Las montañas del entorno de Sanabria, sierras Segundera y Cabrera, se caracterizan en la actualidad por sus extensas altiplanicies onduladas, situadas a unos 1600-1700 m de altitud, y constituidas por gneisses graníticos, pizarras y cuarcitas. Cowton y sus colaboradores (2009, Geomorphology, http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0169555X09000671) llevaron a cabo un inventario exhaustivo de las formas glaciares presentes en el valle del Tera, a fin de identificar qué tipo/s de glaciar/es estuvieron presentes en esta zona y en qué fases. Así, llegaron a la conclusión de que en una primera fase, un glaciar de casquete con una superficie estimada de 440 km2 con un espesor de hielo de unos 300 m cubrió las superficies elevadas de estas sierras. Las cimas de Peña Trevinca (2126 m) y Peña Negra (2121 m) son las únicas de estas sierras que cuentan con un aspecto escarpado, asociado a descomposición de la roca por acción de las alternancias hielo-deshielo. Esta característica es lo que conduce a estos autores a afirmar que la cota máxima del hielo de ese casquete estuvo a unos 2050 m de altitud, 300 m por encima del nivel de la altiplanicie adyacente, es decir, el espesor estimado del hielo. En esta fase, el glaciar del valle del Tera llegó a descender a cotas en torno a los 1000 m s.n.m. Las morrenas terminales situadas en el entorno del Lago de Sanabria así lo indican. Tras esta primera fase, comenzó el proceso de retracción de la masa de hielo, que quedó reducida a una serie de pequeños glaciares de valle en la sierra Segundera, concluyendo en la persistencia de pequeños glaciares de circo en las cotas más altas de este macizo.
Reconstrucción de las diferentes fases de la última glaciación en las montañas de Sanabria (Cowton et al., 2009)


Por último, se ha publicado recientemente un artículo sobre la cronología de la deglaciación en la sierra de Gredos que me ha resultado bastante atractivo. En éste, Palacios et al. (2011, Quaternary International, http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1040618210001710), indican que el glaciar que se instaló en la garganta de Gredos, descendiendo desde el pico Almanzor (2596 m s.n.m.), llegó hasta una altitud de 1410 m, lo cual no deja de asombrarme, ya que nos encontramos en un macizo montañoso del centro de la península Ibérica, muy al sur en el contexto europeo. Y respecto a la cronología, parece que la máxima extensión del hielo se alcanzó hace 26000-24000 años, algo antes del periodo de máximo frío del último ciclo glaciar, conocido como "Último Máximo Glaciar" o LGM (Last Glacial Maximum), hace unos 21000 años (aclarar que en todos estos casos me refiero a años de calendario, no radiocarbónicos). Desde este momento el glaciar comenzó su retroceso, que se aceleró de forma acusada hace unos 16000 años.

Espero que disfrutéis y aprendáis tanto con esta entrada como yo lo he hecho cuando he leído estos artículos. :-) ¡Más adelante intentaremos profundizar en la historia de los heleros y pequeños glaciares que aún nos quedan!

5 comentarios:

  1. Hola, César:
    Para muestra un botón: ahí te va este enlace con un montaje de dos fotos que hice hace unos añitos en el glaciar del Vignemale: http://www.summitpost.org/climatic-change-in-glacier-d-ossoue/254642

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Realmente buena la reconstrucción! Y sobre todo..., inquietante. Estoy preparando otra entrada sobre glaciares y heleros actuales heredados de la Pequeña Edad del Hielo. A ver si lo subo, que hay datos muy interesantes.

      Eliminar
  2. Otra cosa: al ver tu foto del GrosserAletschgletscher no he podido evitar recordar una auténtica aventura que viví por allí en sus hielos eternos: http://www.summitpost.org/an-himalayan-experience-in-switzerland-aletschhorn/224632
    PD: perdona mi inglés de principiante, pero estudié francés...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jeje, no te preocupes, que está fenomenal. El Aletsch también está retrocediendo de forma rápida en las últimas décadas. Aunque el glaciar en el que se ve muy bien el retroceso glaciar de los últimos tiempos es el Morteratsch, también Suiza, donde está indicada la posición del frente del glaciar en cada década desde hace unos 150 años (http://www.worldstampnews.com/2010/03/stamp-for-retreating-glaciers/).

      Un abrazote.

      Eliminar
  3. Cowton y sus colaboradores no han hecho ningún trabajo destacable sobre Sanabria. Solo se han favorecido del prestigio adquirido por uno de ellos para ir publicando trabajos sobre áreas de sobra conocidas y esudiadas desde finales del siglo XIX, como es el valle glaciar del Tera, SIN CITAR A NADIE, ni siquiera no ya a los investigadores españoles, pobrecitos ellos, que ya hicieron este trabajo mejor muchos años antes, sino de los autores alemanes como por ejemplo Vosseler.

    ResponderEliminar