martes, 3 de abril de 2012

Pinares de montaña en la sierra de Gredos: no sólo naturales, sino una joya botánica

La sierra de Gredos constituye el macizo montañoso más elevado (Almanzor, 2592 m; La Galana, 2571 m) y de mayor complejidad dentro de la Cordillera Central ibérica, con una anchura máxima de unos 50 km. Cuenta con muy buenos ejemplos de geomorfología glaciar, los mejores de la Cordillera Central: circos (p. ej., Circo de Gredos, Circo de Cinco Lagunas), lagunas (p.ej., Laguna Grande de Gredos, Laguna de la Nava, Laguna de los Caballeros), bloques erráticos, morrenas, valles en artesa... (se puede ampliar algo esta información en esta entrada). Además, la riqueza natural es importante, tanto desde desde el punto de vista faunístico y florístico. En cuanto a la fauna, existen múltiples especies de vertebrados, pero seguramente coincidamos en destacar por encima de todas ellas la reina de estas cumbres, la cabra montés (Capra pyrenaica victoriae), con la cual es fácil cruzarse casi en cualquier excursión que se haga por el macizo central de Gredos. La flora es muy rica en especies, destacando algunas de las poblaciones más meridionales de bastantes plantas con distribución predominantemente eurosiberiana -norteña- como Pulmonaria longifolia, Ulmus glabra, Lilium martagon o Paris quadrifolia. Existen en total 15 taxones vegetales que son exclusivas de este territorio como Pseudomisopates rivas-martinezii, Antirrhinum grosii, Centaurea avilae, Dianthus gredensis, Saxifraga pentadactylis subsp. almanzorii o Senecio coincyi.

Circo de Gredos con la Laguna Grande en primer término y el pico Almanzor al fondo, vistos desde el Morezón (2.381 m)
Macho de cabra montés (Capra pyrenaica victoriae) en las inmediaciones de La Mira (2343 m)
En cuanto a la vegetación, quizá una de las características más notables de estas sierras son las extensas superficies cubiertas por matorrales (enebros, piornos) por encima de unos 1400 m de altitud, especialmente en la vertiente norte de esta cadena montañosa donde existen amplias superficies por encima de esa cota. En las zonas altas de estas montañas, entre unos 1400 y 1800 m, las únicas manifestaciones significativas de vegetación arbórea son bosquetes, ejemplares aislados o bosques no muy extensos de Pinus sylvestris (pino albar, pino silvestre) y P. nigra (conocido en este territorio como pino cascalbo). También existen amplias extensiones cubiertas por repoblaciones forestales dominadas fundamentalmente por el pino silvestre. El debate sobre el carácter natural o no de estos pinares ha sido muy intenso, pero ha carecido de bases científicas sólidas hasta fechas relativamente recientes.
Pinos albares en las proximidades del Puerto del Pico. Esta zona fue devastada por un incendio en los últimos años.

Pinar de Hoyos del Espino
En primer lugar, diversas secuencias polínicas de turberas próximas a los actuales pinares de Hoyos del Espino y Navarredonda (Franco Múgica, 2009) muestran la persistencia de pinares como vegetación dominante en el ámbito regional desde hace varios milenios, y una retracción en el área ocupada por estos bosques desde hace unos 1000 años. La secuencia del Puerto de Serranillos (López-Merino et al., 2009; Review of Palaeobotany and Palynology) muestra un patrón similar, con periodos de deforestación asociados a momentos de mayor presión humana sobre el medio. Pero los estudios polínicos no permiten precisar con detalle las especies de pino involucradas en esos bosques ni la ubicación exacta de esas formaciones. En este contexto es donde se puede enmarcar el hallazgo de una fuente de información valiosa, novedosa y en cierto modo inesperada: las conocidas localmente como "troncas". Muchas veces estos restos quedan a la vista de forma accidental, por la incisión de cauces en turberas, deslizamientos de tierras..., de ahí lo imprevisible de estos hallazgos. La localización, identificación y datación de un buen número de troncos, ramas, piñas y carbones procedentes de numerosos enclaves de la vertiente norte de la sierra de Gredos ha supuesto grandes avances en el conocimiento de la vegetación que cubrió este territorio en los últimos milenios. Los resultados de este trabajo han sido publicados por Juanma Rubiales et al. (2007; Quaternary Science Reviews)*. De este modo, el análisis de los macrofósiles encontrados en diversas turberas no sólo ha permitido precisar que el pino albar es autóctono en estos territorios, sino que debió de dominar un piso de vegetación de coníferas situado entre unos 1300 y 1850 m. Aquí los pinares habrían contado con ventaja sobre las frondosas, principalmente el roble melojo (Quercus pyrenaica), apoyándose en unas condiciones climáticas más bien secas, frescas y continentales que favorecen a estas coníferas propias de climas fríos. Además las dataciones radiocarbónicas obtenidas muestran que los pinos han estado presentes sobre amplias superficies de la sierra de Gredos desde hace al menos 6500 años, de donde han desaparecido en amplias superficies muy probablemente por una intensificación de las actividades humanas durante los dos últimos milenios: pastoreo, incendios, talas... En definitiva, que las escasas masas y rodales naturales que han llegado hasta nuestros días (Hoyos del Espino, Navarredonda, Hoyocasero y bosquetes en la vertiente sur en cotas altas) no sólo son naturales, sino que constituyen poblaciones relictas y con un valor geobotánico incalculable, testigos mudos de la degradación y la pérdida de importancia en el paisaje que han experimentado los pinares de montaña en Gredos durante los últimos milenios asociadas a las diferentes culturas que han explotado (o sobreexplotado) este territorio.
Enclaves de la sierra de Gredos donde se han encontrado macrofósiles de pino albar, con indicación de las edades radiocarbónicas obtenidas (Rubiales et al., 2007_QSR).
Principales resultados del trabajo de Rubiales et al. (2007). En a) se puede ver la distribución relicta actual de los pinares montanos de Gredos (Pinus sylvestris, P. nigra) en las partes altas de la vertiente sur y en pequeños bosques en las cuencas del Tormes y el Alberche. En b) se puede apreciar que hay importantes extensiones de donde ha desaparecido en los últimos milenios (siluetas de color gris).
 Espero que paséis unos felices días de vacaciones, descansando o haciendo actividades que os resulten gratificantes, ¡nos leemos a la vuelta!

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