jueves, 13 de diciembre de 2012

Colapso maya (I): ¿sobreexplotación de sus recursos naturales?

El florecimiento y colapso de las civilizaciones es un tema que tradicionalmente ha captado la atención tanto de grandes investigadores como del público general, todos fascinados por la rapidez y magnitud de los cambios acaecidos. El caso particular de la civilización Maya Clásica es uno de los más impresionantes que han tenido lugar en la historia de la Humanidad, y aún no está del todo esclarecido. El colapso de las ciudades mayas del periodo Clásico entre el 790 y el 950 d.C. se ha atribuido a diversas causas: degradación ambiental, cambio climático, desastres naturales, guerras u otras cuestiones políticas. Para estas ciudades mayas el colapso se define como "el cese de actividades arquitectónicas importantes y la casi desaparición de estelas datadas" (Culbert, 1973), a lo que McNeil et al. (2010) añaden el descenso acusado en la población urbana.

En esta entrada trataremos sobre una de las explicaciones más extendidas que se han sugerido para este colapso, la del incremento poblacional que llevó a una deforestación acusada y a importantes procesos erosivos que acabaron empobreciendo los suelos y causando carestía de alimentos. Para ello vamos a comentar los principales resultados del análisis polínico que McNeil et al. (2010, PNAS) llevaron a cabo en una secuencia sedimentaria extraída de una charca próxima a la antigua ciudad maya de Copán, en Honduras.

Uno de los monumentos de Copán, el juego de pelota (Wikimedia Commons)
 Copán se encuentra en la zona periférica suroriental de la región Maya. Algunos mayas se establecieron en esta área durante el siglo II d.C., pero fue en el año 427 d.C. cuando un señor maya llamado K'inich Yax K'uk' Mo' llegó a este valle y se convirtió en su gobernante supremo. El colapso de la ciudad se produjo entre el 810 y el 822 d.C., al tiempo que la población disminuyó de forma muy acusada. Los principales periodos de ocupación en Copán son el Preclásico (1300 a.C.-100 d.C.), el Protoclásico (100-400 d.C.), el Clásico (400-900 d.C.) y el Postclásico (900-1500 d.C.), que es posterior al colapso de muchas ciudades mayas.

A continuación se expone la explicación más comúnmente aceptada hasta la publicación de este artículo. La población aumentó de forma rápida, necesitando más alimentos y madera para contrucción y leñas. Esto trajo consigo una importante deforestación y una reducción de los terrenos de cultivo más fértiles, que habrían sido ocupados por edificios. Para resolver este problema los mayas habrían comenzado a deforestar y cultivar las laderas de las montañas, con los consiguientes procesos erosivos asociados que habrían arruinado los suelos. Hasta aquí todo perfectamente razonable.

Pero ahora es cuando viene lo sorprendente. ¿Cómo puede haber tenido una aceptación tan amplia una explicación basada en una evidencia tan débil? Ahora lo vais a entender. El principal apoyo de esta hipótesis se encontraba en el estudio de un testigo sedimentario procedente de la charca Petapilla, a unos 4,5 km de Copán. El estudio del polen almacenado en los sedimentos del lecho de este charca permite reconstruir la dinámica de la vegetación en su entorno y cómo ha sido la respuesta de ésta ante las actividades desarrolladas por los mayas en los diferentes periodos comentados. Pues bien, el punto débil de esta tesis radica en que la secuencia sedimentaria en la cual se basa comienza alrededor del año 1010 d.C., más de 100 años después del colapso de Copán. ¿Cómo se puede explicar el proceso de colapso de la civilización Maya Clásica con un registro que no abarca dicho periodo? A mí al menos me sorprende, sobre todo sabiendo la "caña" que suelen dar los revisores de artículos científicos cuando intentas publicar un trabajo...

Esta situación llevo a McNeil y sus colaboradores a intentar desvelar los entresijos de este colapso en mayor profundidad, para lo cual extrajeron un testigo de la misma charca Petapilla pero que abarca 3000 años, permitiéndoles discutir de forma más detallada cuál fue el impacto de los mayas sobre el medio en los diferentes periodos considerados. El principal resultado es que varios periodos de deforestación acusada han tenido lugar en los últimos 3000 años, pero ninguno de ellos durante el final del periodo Clásico. Los principales eventos de deforestación tuvieron lugar hace unos 3000 años (periodo Preclásico) cuando se inició el cultivo del maíz (Zea spp.), en la parte final del periodo Protoclásico y al inicio del periodo Clásico, cuando llegó el primer rey maya de Copán y se construyeron muchísimos monumentos que requirieron cantidades ingentes de madera..

Un apoyo muy importante para la interpretación de la cronología de la secuencia analizada fue el hallazgo de un nivel de cenizas volcánicas ("tephra layer") asociado a la erupción del volcán Ilopango, en El Salvador. Los niveles tephra se pueden datar con una gran precisión y además permiten una comparación directa de distintas secuencias, ya que las cenizas se depositaron al mismo tiempo en todas los lagos/turberas de la región. Y es que el tephra Tierra Blanca Joven detectado en Petapilla se encuentra justo en el periodo Clásico, y así permite datar con suma precisión el último proceso acusado de deforestación al inicio del periodo Clásico.

Sin embargo, al final del periodo Clásico se aprecia una recuperación del bosque, que los autores del trabajo vinculan con un aprovechamiento más sostenible de los recursos forestales. Asimismo, parece que la disminución en la superficie cultivable por la expansión urbana pudo ser compensada por el comercio con otras ciudades próximas. La rápida recuperación del bosque coetánea con el colapso de la ciudad sugiere que este proceso fue muy rápido. Por último, ya que la sobreexplotación del medio por parte de los mayas parece descartarse, gana terreno la hipótesis que vincula el colapso maya con cambios climáticos. Los resultados que se presentan en este trabajo no son muy adecuados para discutir el clima pretérito (hablaremos de esto en la siguiente entrada) pero la presencia de niveles de arcillas endurecidos sugieren sequías acusadas al final del periodo Clásico.

2 comentarios:

  1. Interesantisimo...Esperando esto a la segunda entrega. Un abrazo Kaiser.

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  2. Y tanto! Me has dejado anonadada. Un beso. Cris (Bañeza)

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